Hola a todos.
Hoy, seguimos con un nuevo trozo de Un sueño hecho realidad.
Vamos a centrarnos en Estelle y en lo que le ocurre en este fragmento.
Por lo visto, la joven va a tener que aguantar las atenciones que le prodiga Clive Smithers, el hermano de su amiga Charlotte.
Tanto Charlotte como Clive sí aparecen en Olivia y Jai. Sin embargo, ambos personajes están muy poco desarrollados. Charlotte es una de las mejores amigas de Estelle, pero aparece muy poco. De Clive, que aparece aún menos, sólo sabemos que está interesado en Estelle.
AVISO: El siguiente fragmento es fruto de mi imaginación.
¡Vamos a ver lo que pasa!
Estelle estaba reunida en casa de su amiga Lily alrededor de una mesa en el jardín. Estaban dando cuenta todas de una taza de té con hierbabuena.
-El escándalo que organizó Freddie Birkhust en la "burra khana" de los Pennworthy fue mayúsculo-opinó Lily-¿Y dices que tu prima Olivia fue su acompañante en la "burra khana"?
-Me temo que fue culpa mía-contestó Estelle-Me metí con ella a raíz del interés que despertaba en ese joven. Mamá decía que era todo un caballero británico de rancio abolengo. Supongo que nos equivocamos las dos.
-¿Y por qué Olivia decidió acompañarle?-inquirió Charlotte.
-Creo que lo hizo para darme en las narices. Por supuesto, no lo admite.
Estelle tenía hambre y se había comido unas cuantas pastas. Atacó la bandeja de los bizcochos con entusiasmo. Debía de seguir siendo ella misma y olvidarse de un joven con los ojos como las grosellas hervidas.
-Va a pasar mucho tiempo en la plantación de su familia como castigo por el escándalo que ha organizado-auguró Jane.
Estelle no quería volver a ver a Freddie Birkhust nunca más. No quería ni siquiera volver a soñar con él.
-Lo malo es que todos los caballeros ingleses son igual que mister Birkhust-se lamentó Lily.
-No todos los caballeros ingleses son iguales-replicó Estelle-Te olvidas de mi hermano Jai.
-Bueno, Estelle, tu hermano es un buen hombre. Pero...
-Es mestizo.
El tono de voz de Estelle sonó frío como el hielo. Sus amigas recordaron que a la joven le dolía en el alma los comentarios que corrían acerca del origen de su hermano mayor. El hecho de que sir Joshua hubiera estado casado en primeras nupcias con Chandramani, la madre de Jai, no parecía importarle a nadie.
-Me temo que no puedo estar mucho rato-anunció Charlotte-Mi hermano Clive ha quedado en venir a buscarme. Va a venir a visitarnos una tía nuestra. Viene de Benarés. Hace tiempo que no la veo.
-No importa-contestó Lily.
El mayordomo anunció la llegada de Clive.
El joven hizo acto de presencia en el jardín.
Venía buscando a Charlotte para irse a casa. No debían de retrasarse mucho. Pero cambió de opinión en cuanto vio que Estelle estaba entre el grupo de amigas.
Llevaba puesto un vestido de color azul claro, a juego con sus ojos. Aquella joven debía de ser su esposa, pensó Clive. La había visto en el puerto, dirigiéndose al barco de Kala Kanta en compañía de sus padres y de su prima estadounidense. Poseía una cintura de avispa que no necesitaba corsé alguno. Si se acercaba demasiado, podía ver un trozo de los pechos de color blanco que parecían asomar recatadamente por el escote alto del vestido.
Al darse cuenta de que Clive la estaba mirando con total descaro, Estelle se puso tensa.
-Veo que mi hermana está muy bien acompañada-afirmó el joven.
-Nos alegramos de verte-le saludó Lily.
Clive se fijó en el cabello de color rubio de Estelle. Lo llevaba recogido en un moño que amenazaba con soltársele de un momento a otro. Charlotte le dio un codazo al darse cuenta de que estaba siendo descortés con su amiga. Casi grosero...
-¿Cómo estás, Estelle?-le preguntó.
-Estoy bien-respondió ella, muy tensa-Celebro mucho verte de nuevo.
Clive había pedido informes acerca de ella. Sabía que estaba a punto de cumplir dieciocho años. Sólo andaba detrás de ella aquel estúpido del capitán Sturges.
Sin embargo, pensó que Estelle no debía de hacerle mucho caso. Una joven como aquélla no podía contentarse con ser la esposa de un simple oficial del Ejército. Aunque se rumoreaba que el capitán podía heredar de su impotente tío inglés el título de marqués de Quenberry. Pero él podía ofrecerle mucho más. Un criado le trajo a Charlotte su sombrero y su parasol. La joven se puso de pie.
-Tenemos que irnos-anunció-Gracias por la merienda, Lily.
Las demás jóvenes se pusieron de pie para despedirse. Charlotte las besó a todas en las mejillas a modo de despedida. Clive se atrevió a besar a Estelle en la mejilla, muy cerca de la boca. La joven sintió ganas de vomitar.
Uy siempre me dejas sorprendida y me va tocar leer Olivia y Jai. Te mando un beso y te me cuidas
ResponderEliminarHola Citu.
EliminarTe invito a que la leas. ¡Ya me contarás lo que te parece!
Un fuerte abrazo y cuídate mucho.