viernes, 4 de abril de 2014

UN SUEÑO HECHO REALIDAD

Hola a todos.
Hoy, Ana, antes de su cita con Daniel, hará algo que debió de haber hecho hace algún tiempo.
¡Vamos a ver lo que pasa!

                     Ana miró por enésima vez la tapa de Olivia y Jai antes de salir de su cuarto. Estoy haciendo lo correcto, pensó al recordar la llamada que le había hecho a Nando aquella mañana.
                     Podía no pasar nada entre Daniel y ella. Pero Ana había llegado a la conclusión de que no podía seguir con Nando. Aquella relación estaba muerta desde hacía mucho tiempo.
                      Se encontró con Nando en el Puente de los Peligros, hacia las cuatro de la tarde.
-Nando, quisiera pedirte perdón antes que nada-dijo Ana nada más verle llegar-Pero siento que lo nuestro hace mucho tiempo que murió. No hay nada entre nosotros.
-¿Qué estás diciendo, Ani?-se asombró el chico.
-¿Estás enamorado de mí?
-Yo te quiero mucho, Ani. Llevamos toda la vida juntos. Eso tiene que significar algo. ¿No crees?
-No has respondido a mi pregunta, Nando. ¿Estás enamorado de mí?
                       Empezaron a caminar por el Puente.
                       Ana percibió cierto nerviosismo en Nando. Pensó que a él debía de pasarle lo mismo que le pasaba a ella. Estaban juntos casi por inercia. Porque era lo que se esperaba de ellos.
-Tardas mucho en responder-observó Ana-De modo que puedo dar por sentado que no estás enamorado de mí.
-¡No es eso!-replicó Nando-Es sólo que...Yo...
                     No sabía qué contestar. Era cierto que sentía que las cosas con Ana hacía mucho que no funcionaban. La rutina se había instalado en sus vidas. Pero, si lo pensaba bien, toda su relación había sido plena rutina. El salir juntos era casi como una costumbre para él. La cumplía a rajatabla, como salía muchas mañanas a correr.
-Llevo mucho tiempo replanteándome lo nuestros-se sinceró Ana-Si regresé contigo fue porque me decían que era lo mejor para mí. Pero no ha sido lo mejor ni para ti ni para mí.
                       Hablaba con total sinceridad y Nando lo agradeció. En el fondo, se sentía aliviado porque Ana había tomado la decisión por él.
                        Romper con aquel noviazgo era lo mejor para ambos. Nando lo sabía. Sin embargo, los padres de ambos pondrían el grito en el Cielo nada más enterarse.
                       Ana notó que Nando se sentía casi aliviado. Mentía. Se sentía aliviado.
                      Tuvo la sensación de que había tomado la decisión más acertada. Los dos serían felices por separado. Seguirían cada cual su camino y no acabarían haciéndose daño mutuamente.
-Te agradezco que hayas sido sincera conmigo, Ani-dijo Nando.
                      Se inclinó sobre ella y le dio un beso en la mejilla. Ambos acabaron fundiéndose en un fuerte abrazo.



                     Al separarse, Nando besó a Ana en la frente.
-¡Ojala seas feliz!-le aseguró.
-¡Ojala tú también seas feliz!-afirmó Ana.
                    Después de eso, se separaron. Tomaron direcciones opuestas. Ana sentía más libre. Más ligera...

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