viernes, 14 de junio de 2013

INTRODUCCIÓN

Hola a todos.
He escrito una pequeña introducción. Lo mismo iba a servir para la historia que pensaba colgar aquí antes de que se me fuera la inspiración.
¡Vamos a ver lo que pasa!

                       Intento no pensar en lo que me está pasando. Me asomo a la ventana. Salgo a la calle. Me digo a mí mismo que nada de lo que está pasando es real. ¡Tengo que estar soñando! En algún momento, me despertaré. Y será la confirmación de que estoy soñando.
                      Pero no es así.
                     ¡Es jodidamente real!
                      Hasta mi olfato llega el olor de las especies. Un olor intenso y muy fuerte...
                      Deseo pellizcarme sólo para comprobar si estoy durmiendo.
                      No entiendo nada de lo que está pasando.
                      Mi vida, hasta hacía nada, se estaba yendo a la mierda. Se había ido ya a la mierda.
                      No encontraba ningún sentido a mi vida. Deseé estar muerto. Quise acabar con todo. Pero no ha sido así.
                     ¿Estoy en una especie de coma? ¿Estoy realmente muerto? No sé si estoy en el Paraíso o si estoy en el Infierno. No sé nada.
                     A mi alrededor, oigo a personas hablar muy deprisa en un idioma desconocido para mí. También oigo a personas hablar en inglés. Por suerte, estudié inglés. Lo hablo bastante bien. Puedo defenderme. Pero se nota mi acento español. Y la mujer que dice que es mi madre arquea una ceja al oírme hablar.
                    ¿Acaso esa mujer no entiende que yo no soy su hijo? ¡No tendría que estar aquí!
                    Entonces, aparece ella. Parece una diosa con su cabello de color rubio muy claro. Con su piel blanca que resulta extraña en un lugar como éste. Con sus labios de trazado suave y delicado...
                   Mi corazón late muy deprisa. Lleva su rubio cabello suelto. Nunca antes he conocido a una chica tan guapa y tan simpática como ella. Me hace reír. ¡Dios mío!, pienso. ¿Qué es lo que me pasa?
                  Me consuela. Me anima. La busco sólo para estar con ella.
                  Me abraza. Yo me refugio en esos abrazos que me da. Unos abrazos que son reales. Auténticos...Sinceros...
                  Como también son auténticos los besos que me da.
                 La confirmación de que no estoy soñando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario