Hola a todos.
En el fragmento de hoy, sentimos más que vemos cómo los caminos de Estelle y de Daniel están más cerca de cruzarse.
En este fragmento, Estelle celebra su dieciocho cumpleaños. Esta escena aparece en Olivia y Jai narrada desde el punto de vista de Olivia, ya que le permite conocer a Arvind Singh, el maharajá íntimo amigo de Jai. De ahí, pasa a ser invitada a participar en una cacería del tigre, cacería en la que también participa Jai, lo que permite que su relación se vuelva más estrecha.
Naturalmente, está bastante modificada en este fragmento, siendo narrada desde el punto de vista de Estelle. Algunos sucesos aparecen en el episodio. Otros sucesos forman parte de mi imaginación.
Dieciocho años, suspiró Estelle.
En realidad, no cumplía aquel día dieciocho años. Su verdadero cumpleaños tendría lugar mientras las lluvias monzónicas inundaban una vez más su casa. Entonces, la familia Templewood estaría en la villa que poseían en la isla de Dívar.
La fiesta de cumpleaños de Estelle se celebró en el jardín de su casa. La muchacha ocupó un lugar privilegiado al lado de sus padres para recibir a los invitados. Estaba realmente bella con su vestido de color azul cielo. En contra de su opinión, la habían maquillado la cara. Estelle tenía la sensación de parecer más un payaso que una chica a punto de entrar en la edad adulta. Se lo comentó a Jai en un susurro. Su hermano se echó a reír.
-Yo opino que estás muy guapa, Anuradha-le aseguró-Además, no te han echado carmín en los labios. Madre te quiso poner ungüento de coralina.
-¡Es asqueroso!-protestó Estelle-No entiendo cómo Polly prefiere pintarrajearse la cara. Van a pensar que soy una de esas furcias que están en El Trasero Dorado.
-¡Anuradha! No hables muy alto o madre se enfadará contigo.
-Mamá no se entera de nada.
Los invitados empezaron a llegar. Todo fue una repetición de lo mismo.
Estelle trató de mantener la calma y de comportarse como la mujer adulta que debía de ser a partir de aquel día. Fue muy amable con los invitados. Éstos la fueron felicitando. Sus amigas alabaron su peinado. Sin embargo, Estelle creía que era la diadema que coronaba el centro de su cabeza (una diadema de diamantes) la que sus amigas más alababan. Sir Joshua y Jai se la habían regalado a medias.
El capitán Sturges acudió a la fiesta.
Las amigas de Estelle la besaron en las mejillas para felicitarla.
-¡Tienes que divertirte mucho esta noche!-trinó Jane-¡Es tu fiesta!
Los caballeros, por su parte, le besaron las manos.
Estelle prefirió aceptar un vaso de zumo de naranja que le ofreció uno de los sirvientes.
La velada transcurrió como en un sueño para ella. Rápidamente, la señorita Arabella Winter monopolizó la conversación de Olivia. La joven y su prima intercambiaron una mirada cargada de significado. La señorita Arabella Winter debía de dar por sentado que Olivia era otra solterona, igual que ella.
-¿Qué hace tu prima hablando con La Espina?-le preguntó Charlotte.
Estelle se encogió de hombros. Buscaba la manera de ir a rescatar a su prima. Sin embargo, no tuvo tiempo. Se vio rodeada por sus amigas. Estelle buscó con la mirada a Olivia, pero la había perdido de vista. De pronto, echó de menos a otra persona. Freddie Birkhust no había acudido a la fiesta.
-¿Estás buscando a alguien?-le preguntó Lily.
-Estaba buscando a Freddie-respondió Estelle-No ha venido. Creo que mamá quiso invitarle a mi fiesta.
-¿Lo has olvidado, querida? ¿No te acuerdas que lady Birkhust lo mandó a su plantación después del escándalo que organizó en la burra khana de los Pennyworthy? Betty Pennyworthy...
-Lo recuerdo bien. Lo que pasa es que no me acordaba. Llevo muchas cosas en la cabeza.
Entonces, apareció el capitán Sturges. Pidió permiso para llevarse a Estelle durante un rato a dar un paseo.
-Esta noche, hace honor a su nombre, señorita Templewood-la alabó mientras caminaban.
Estelle no recordaba haber aceptado pasear con él. Recordaba que sus amigas se habían esfumado. Y que se encontraba al lado del apuesto capitán Sturges. La clase de hombre que Jai aceptaba como cuñado.
-¿Por qué me dice eso?-inquirió Estelle.
-El cielo está repleto de estrellas-contestó el capitán Sturges-Y usted es una auténtica estrella.
Las mejillas de Estelle se encendieron al escuchar aquel piropo. Se sintió halagada. Le gustaba que le piropeasen.
-Es usted muy amable, capitán-dijo con modestia-Pero creo que exagera.
-Yo no lo creo, señorita Templewood-insistió el capitán Sturges.
-Apenas me conoce. Nos hemos visto en unos pocos burra khanas. Y ni siquiera viene a visitarme.
-Podría pedirle permiso a su padre.
Se detuvieron detrás de los establos. El capitán Sturges cogió la mano de Estelle y se la besó.
La muchacha adivinó las verdaderas intenciones de aquel hombre.
-No creo que debamos de alejarnos demasiado de los demás-le advirtió.
En realidad, estaba bromeando. El capitán John Sturges era la clase de hombre que necesitaba. Un hombre realmente opuesto a Freddie Birkhust...Él me ayudará a apartar a Ojos de Grosella Hervida de mi mente, pensó Estelle. Se dejaría besar por el capitán Sturges, decidió. Y podría, a partir de ese momento, empezar a olvidar a Freddie.
Si su madre decidía casarlo con Olivia, peor para ella. Su prima no lo aceptaría.
-Nunca me aprovecharía de usted, señorita Templewood-afirmó el capitán Sturges.
-Lo sé-corroboró Estelle-Haga lo que tenga que hacer. Yo...
Pero no pudo seguir hablando. En ese momento, el capitán Sturges la besó. Fue un beso más bien torpe. Y también fue torpe la manera en la que le introdujo la lengua dentro de la boca. El beso le desagradó mucho. Y la lengua del capitán Sturges dentro de su boca la asqueó.
Como pudo, se apartó de él.
-Tengo que irme-le dijo.
-Le ruego que me disculpe, señorita Templewood-se excusó el capitán Sturges, visiblemente abochornado.
-No ha pasado nada.
Estelle salió corriendo. Encontró a Olivia, quien continuaba escuchando a la señorita Arabella Winter. Al coro se había unido la señora Pennyworthy.
-Tengo que hablar con mi prima durante un segundo-se excusó Estelle-Luego, se las devuelvo.
Olivia vio cómo Estelle se la llevaba cogida del brazo detrás de un árbol. En el fondo, lo agradecía porque la cháchara de la señorita Winter y de la señora Pennyworthy le estaban provocando jaqueca.
Estelle estaba a punto de vomitar. No sentía revolotear ninguna mariposa en su estómago.
-Tengo que hacerte una pregunta-atacó nerviosa-Tiene que ver con el capitán Sturges-Retorció sus manos con nerviosismo-Hemos dado un paseo. Me ha llevado detrás de los establos y me ha besado. Me ha metido la lengua en la boca. ¿Eso es normal? ¡Dímelo!
Si volvía a recordar aquel momento, Estelle vomitaría. Siempre imaginó que su primer beso de amor sería algo mágico. Pero no había oído campanas en ningún sitio.
-No es normal-contestó Olivia. Esbozó una sonrisa-De haber sido normal, te habría besado en la boca. Pero no detrás de los establos...
Estelle apretó con rabia los puños. Era evidente que Olivia se lo estaba tomando a broma.
-Yo creía que sería de otra manera-protestó-Pensaba que mi primer beso de amor sería algo bello. Un recuerdo inolvidable...
-Mucho me temo que no ha sido así, prima-observó Olivia, tornándose seria-No has sentido nada, ¿verdad?
-¡Lo que he sentido ha sido un asco terrible!
Olivia la abrazó con cariño.
Estelle, de pronto, escuchó algo que la llenó de angustia. Creyó escuchar a alguien gritando. Era un grito de dolor, que salía de lo más hondo del corazón. Un grito lleno de rabia y de angustia...
-¿Qué ocurre, Estelle?-le preguntó Olivia.
-He oído gritar a alguien-respondió la aludida-A un joven...
Olivia le cogió las manos.
-Estás muy alterada, cariño-le aseguró-Lo habrás imaginado.
-No son imaginaciones mías-replicó Estelle.
Creía reconocer la voz del joven que había gritado. Era Freddie Birkhust.
Jai se acercó a las dos jóvenes.
-¿Qué estáis haciendo tan apartadas?-les preguntó.
-Quería hablar con Olivia sobre lo que se siente al ser ya una adulta-respondió Estelle.
-Pero...¡Estás muy pálida, Anuradha! ¿Qué te pasa? ¿Qué tienes?
-Estelle tiene una imaginación muy fértil-contestó Olivia-Ha creído oír algo que no era.
-Tienes razón-alegó la aludida-Me lo he imaginación. Ya me siento mejor. Quiero volver a mi fiesta. ¡Que, por algún, hoy celebro mi cumpleaños!
Uy ne gusto este fragmento pero igual me da todavía mucha pena por lo de Anna
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