martes, 16 de junio de 2015

UN SUEÑO HECHO REALIDAD

Hola a todos.
Aquí os traigo un nuevo fragmento de Un sueño hecho realidad. 
¿Os acordáis de Jane Watkins? Es un personaje que aparece en la novela Olivia y Jai como una de las mejores amigas de Estelle, pero aparece poquísimo.
Aquí, aparece más veces. Se presenta como la prometida de Freddie Birkhurst. Y va a dar de qué hablar.
En esta ocasión, Daniel la cita para romper el compromiso.

                                   Daniel citó a Jane Watkins a la orilla del río Mandovi.
                                   Se vieron en el lecho del río. Había unos cuantos hombres pescando por allí.
                                   Había llegado el momento de hablar con ella. Y, de paso, pedirle ayuda.
                                   Jane había conocido a Freddie en el fanfic, antes del monzón. Ella sabría cómo empezó todo. A partir de ahí, las cosas serían más sencillas.
                                  Ignoraba lo que había ocurrido realmente entre Jane y Freddie y, a decir verdad, tampoco le interesaba mucho saberlo. Sólo quería romper el compromiso que ella decía que tenían. No había leído el fanfic que había escrito Ana antes de morir. Sólo había leído la novela. Y, desde luego, Jane no aparecía como la prometida de Freddie Birkhurst. Partía con muchísima desventaja. Conocía a los personajes, pero se movían en unas circunstancias distintas a las que él conocía.
-¿Cuándo nos vamos a casar, Freddie?-le preguntó Jane nada más verle.
                                   Daniel no quería hacerle daño a aquella joven.
-De eso mismo vengo a hablarte-afirmó.
                                   No sabía cómo abordar aquel tema.
                                   Empezó a hablar.
-Lamento mucho todo el daño que te he ocasionado-le dijo-Créeme. Eres una persona maravillosa. Te mereces a alguien que te ame de verdad. Y yo, por desgracia, no estoy enamorado de ti.
                                  Daniel no sabía cómo cortar una relación. Alejandra y él estuvieron juntos en el instituto. Después, se casaron y fue la muerte de Alejandra lo que les separó. Más tarde, conoció a Ana y creyó que podría ser feliz a su lado. Pero Ana tuvo que morir. No sabía lo que era cortar con una chica porque nunca antes había cortado con una chica. Parecía que todas las chicas de las que se enamoraba estaban condenadas a morir. Un escalofrío recorrió su columna vertebral. Pensó en Estelle. ¿Eso también significaba que Estelle iba a morir?
-¡Me pediste que me casara contigo!-le acusó Jane-¡Me dijiste que estabas dispuesto a todo con tal de estar conmigo! ¿Acaso lo has olvidado? ¡Contéstame!
-Han ocurrido muchas cosas en todo este tiempo-contestó Daniel-Yo mismo he cambiado.
-¡Un borracho como tú jamás cambiará!
-Jane, lo siento mucho.
                                 No veía a aquella joven dolida ante una ruptura sentimental. La veía furiosa. Tenía el rostro enrojecido por la rabia. Los ojos se le salían fuera de sus órbitas. Pero sus ojos estaban secos. Daniel tan sólo quería romper aquel compromiso de forma civilizada.
-He venido hasta esta asquerosa isla sólo para que nos casemos-le escupió Jane, indignada-¡Mi reputación está arruinada! ¡He venido sola!
-En todo este tiempo, jamás me he encontrado contigo a solas-le recordó Daniel.
                           Ni siquiera en ese momento estaban solos. Había unos cuantos hombres pescando.
-¡No puedo regresar a mi casa ahora!-le replicó Jane-Mis padres ni siquiera saben que estoy aquí.
                            Daniel pensó estúpidamente en llamar por teléfono a los padres de Jane e informarles de que la joven se encontraba allí.
                            Pero no había teléfonos en el año 1848. Incluso, la manera de pensar era distinta a como era en el año 1992. Tuvo la sensación de que la reputación de aquella chica estaba en apuros.
                            ¿De verdad se iba a montar un gran pollo sólo porque una chica se había ido de casa sola? En la época de la que Daniel venía habían ocurrido algunas desgracias a chicas que regresaban a sus casas solas tras haber estado trabajando o cuando regresaban de alguna fiesta.
                              Pudo haberle ocurrido algo parecido a Jane.
-Pero tú y yo no hemos hecho nada-dijo Daniel, rezando para no haberse acostado con Jane.
-Yo esperaba a estar casada contigo para entregarme a ti-se sinceró la joven.
                            Daniel respiró aliviado.
                           Estaba el problema de devolver a Jane a su casa sana y salva. Y de apaciguar su furia.
-Hice muchas locuras en el pasado-dijo-Y no me acuerdo de la mayoría de ellas porque estaba trompa. Necesito tu ayuda para recordar.
-¿Trompa?-se extrañó Jane-¿Qué tienen que ver los elefantes con nosotros?

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