Hola a todos.
Hoy, os traigo un nuevo fragmento de Un sueño hecho realidad, que ya iba tocando.
Veremos cómo sigue avanzando la relación entre Daniel y Estelle.
Los encuentros nocturnos en el arrozal continuaron en los días que siguieron.
Daniel era el que siempre llegaba primero y su corazón daba un vuelco cuando divisaba la figura pequeña de Estelle yendo a su encuentro. Sentía cómo su corazón daba saltos de alegría.
A la luz de la Luna, Estelle le parecía un ser sobrenatural. Una especie de hada que estaba por algún motivo en aquella isla.
Adoraba aquel rostro de forma redonda. Sus grandes ojos de color azul claro...El cabello de Estelle, que siempre llevaba suelto.
Su precioso cabello de color rubio muy claro...
La besaba con avaricia cuando ella llegaba a su altura.
Tenía miedo de estar soñando y de acabar despertando. A veces, tenía la sensación de que realmente era Freddie Birkhust.
Cuando caían desnudos en el suelo, Daniel se olvidaba de todo.
Tan sólo podía sentir el cuerpo de Estelle pegado a su cuerpo.
Besos...Abrazos...Caricias...
Sus labios ansiosos bebían de los labios de la muchacha. La estrechaba entre sus brazos. Su lengua recorría el esbelto cuello de Estelle. Sus manos y sus labios vagaban por el cuerpo de la joven.
No se cansaba de acariciarla. Chupaba con lascivia los pechos de Estelle, pequeños y firmes. Succionaba sus pezones rosados. En aquel momento, la sentía suya y sentía que él le pertenecía a ella.
Lo que sentía al hundirse en el cuerpo de Estelle era real. Era real cuando su lengua se hundía en la hendidura de ella.
Cuando su miembro se erguía. Era por Estelle. Por aquella muchacha...
-Te amo-le susurraba.
Ella abría sus muslos para sentirle en su interior. Se hundía en la humedad que fluía entre sus piernas. ¡Por él!
Se movía al mismo compás con el que se movía él. La oía gritar. Y todo estallaba a su alrededor.
Daniel quería ser realmente Freddie Birkhust. Lo deseaba con todas sus fuerzas en los momentos en los que Estelle y él estaban así.
Cuando yacían abrazados en el suelo. Cuando Daniel hundía su cara en el cabello revuelto de Estelle. Cuando besaba su frente.
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